Por Aurora Rivera
Nuevo Día

Aunque tradicionales, los juguetes artesanales se han convertido en rareza.

Hace años atras cuando no había centros comerciales ni cadeas de tiendas, los Reyes Magos tenían que ingeniarse para que los niños recibieran algún presente.
Así cobraban vida las muñecas de trapo, los caballitos de palo y los carritos con neumáticos hechos de potes.(latas)

Ya esos juquetes no no se ven casi. Una estirpe de artesanos mantiene viva la tradición con sus creaciones. Como no había dinero para regular, se tomaban latas de salchichas, le hacían un boquetito. le ponían un cordón mojado con querosén porque en esos momentos no existía el nilón. Con el sonido que producían imitaban una gallina y eso lo regalaban a sus niños.

Hector Luis Rivera policía retirado que por años confeccionó rosarios.  pero la inspiracion llegó  al ver la carencia de juquetes en las ferias artesanales.

Rivera crea caballitos de palo y madera. este celebra que sus creaciones motivan a los niños tener actividad física y estimula la creatividad.

Otros artesanos de juguetes confeccionan muñecas de trapo, trompos y yoyos, entre otros.