Científicos encuentran vida en la troposfera



Bacterias y hongos fueron hallados a flote a seis millas
 sobre la superficie de la Tierra

 

 


Foto: Gary Meek. 


Científicos han descubierto formas de vida donde nadie las creía posibles: flotando en la troposfera, un pedazo de la atmósfera aproximadamente 4 a 6 millas por encima de la superficie de la Tierra.

Un 20 por ciento de cada partícula en la atmósfera son organismos vivientes.

Esto tiene grandes implicaciones al momento de entender cómo funciona el clima, el esparcimiento de enfermedades y quizás hasta la vida en otros planetas.

Antes de este estudio, los científicos creían que todas las partículas suspendidas en esta parte de la atmósfera eran polvo y sal. Ahora, con este estudio, “el primero en su clase”, según los investigadores, queda demostrado que la vida puede existir en lugares que uno ni podía imaginar, viviendo y alimentándose bajo estas condiciones extremas.

De acuerdo a Kostas Konstantinidis, asistente de profesor de la Escuela de Ingeniería Civil y Ambiental del Instituto de Tecnología del estado de Georgia: ”No esperábamos encontrar tantos microorganismos en la troposfera, la cual se considera un entorno difícil para la vida. Aparenta haber una diversidad de especies, pero no todas las bacterias alcanzan la parte superior de la troposfera”.

Los microorganismos fueron capturados abordo de una aeronave DC-8 de la NASA, equipada con una sonda especial, como parte de la misión Génesis y Procesos de Intensificación Rápida, un programa diseñado “para estudiar masas aéreas de poca y gran altitud asociadas con las tormentas tropicales”. Obtuvieron las muestras antes, durante y después de dos grandes huracanes tropicales en 2010: Earl y Karl.


Una vez las partículas fueron atrapadas en los filtros del instrumento, los científicos las analizaron con técnicas genómicas. Estas incluyen reacción en cadena de polmerasa y la secuenciación de genes. De acuerdo al estudio, estas le permiten “detectar los microorganismos y estimar las cantidades sin usar técnicas convencionales de cultivos celulares”.

Descubrieron células bacterianas vivientes “del tamaño 0.25 a 1 micras de diámetro” y algunos hongos. Dependiendo de el lugar de procedencia de las masas aéreas, las bacterias eran de origen marino o terrestre.

Implicaciones profundas

En el estudio que fue publicado en el jornal Proceedings del National Academy of Sciences, los científicos postulan que estos organismos podrían tener un rol importante en el clima. Según el profesor Athanasios Nenes, de la Escuela Tecnológica de Ciencias Terrestres y Atmosféricas y la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular, estos podrían afectar las nubes y la formación de hielo.

“En la ausencia de polvo u otros materiales que podrían proveer un buen núcleo para la formación de hielo, teniendo una pequeña cantidad de estos microorganismos podría facilitar la formación de hielo a estas alturas y atraer humedad a sus alrededores. Si son del tamaño adecuado para la formación de hielo, podrían afectar a las nubes a su alrededor”.

Los huracanes podrían en cambio tener un rol vital en el esparcimiento de estos microorganismos, al mover amplias cantidades de bacterias sobre grandes distancias.

Los científicos creen que estas bacterias y hongos podrían alimentarse de los compuestos de carbono que se encuentran flotando en el aire, pero aún no saben con certeza. Konstantinidis dice que “para estos organismos, quizás, las condiciones no sean tan difíciles. No me sorprendería si hay vida activa y crecimiento en las nubes, pero esto es algo de lo que todavía no podemos estar seguros”.

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30 de enero de 2013 - Actualidad, Ciencia,
 - José G. Landrón-Baralt / @jozterra 

 

 

 

 

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